lunes, 17 de marzo de 2008

Los amigos y el perdon.



Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.
El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió:
"Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado, cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo".
"Se necesita solo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, un día para quererlo, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar".

No hay oficios, sino hombres innobles.


Un viejo barquero recibió en su barca a un eminente teólogo, y mientras lo trasladaba a la otra orilla, el engreído pasajero preguntó al humilde barquero.
- ¿Has estudiado la Biblia?
- No señor.
Entonces respondió el teólogo despreciativamente.
- Has perdido la mitad de tu vida.
Y el sencillo barquero, muy afligido guardó silencio, en esto entró un fuerte temporal que arrojó el bote contra los acantilados, el barquero entonces le grito al teólogo:
- ¿sabe nadar?
- ¡No! contesto el viajero, alarmado en ese caso.
- eminente doctor, toda su vida esta perdida...

EL hombre y su circunstancia.


“El señor vishnu estaba harto de las continuas peticiones de su devoto, que no encontraba paz, pues su vecino era mas rico que el. Un día apareció y le dijo:”he decidido concederte un deseo, lo que quieras, pero hay una condición, lo que tu pidas se lo daré doble a tu vecino.
Lleno de gozo, el devoto se dedico a pensar en lo que quería, pero el solo hecho de que su envidiado vecino recibiera el doble de lo que a el le darían, empañaba cualquier cosa que llegara a su mente.
Pidió entonces consejo a sus amigos, unos le aconsejaron que pidiera riquezas, otros inmortalidad, algunos salud, los menos amor y otros tantos poder.
Pero el solo pensar en que su vecino obtendría el doble, no lo dejaba dormir. Pasaron los anos y un día tomo su decisión: invoco a su Señor y le dijo: “Quiero perder un ojo”...

Pídele a la Divinidad que te de la capacidad de alegrarte con todo lo que la vida te ofrezca, sea lo que sea. Tu, eres tus circunstancias.

La palabra envidia, proviene del latín invidere que significa: “ver con malos ojos” y es una enfermedad del alma, en la que se desea poseer lo que tiene otro y al no poder tenerlo, nos sentirnos inmensamente dolidos e indignados porque lo consideramos injusto.

viernes, 14 de marzo de 2008

EL HOMBRE Y LA IRA


“Era un hombre con muy mal genio. Se irritaba fácilmente e incluso la ira le hacía perder el control, lo cual dañaba y perjudicaba gravemente sus relaciones. Harto de su mal carácter decidió visitar a un sabio para que le aconsejara. Llegó ante el hombre sabio y le dijo:
-Venerable, soy muy desafortunado por culpa de mi carácter. Pero quiero transformarme. Tengo muy mal genio y arranques de cólera incontrolada.
El sabio le dijo:
-Para poder conocerte mejor quiero contemplar tu ira.
El buen hombre contestó:
-Pero ahora no tengo ira.
Dijo el sabio:
-Vete y cuando sientas cólera ven enseguida para que yo vea cómo se manifiesta en ti.
El hombre regresó a su casa y cuando unos días después se encolerizó, corrió a visitar al sabio, que moraba en la cima de una colina.
-Ya he vuelto. —Dijo el hombre jadeante—.
-Muy bien, pues enséñame tu cólera.
Pero mientras subía la colina, su ira se había desaparecido.
-Ya no tengo ira —respondió el visitante—.
-En ese caso, repuso el sabio, cuando vuelvas a tener ira, ven más rápido, para que pueda verla manifestarse en ti.
Unos días después la ira volvió a poseer al hombre, que como una exhalación salió corriendo para ver al sabio. Cuando llegó agotado a la cima ya se le había pasado de nuevo la cólera, por lo que el sabio dijo:
-¡Tienes que venir más rápido cuando te irrites, de lo contrario no podré ver tu cólera!
Pasaron unos días más. El hombre tuvo un nuevo ataque de cólera y salió corriendo, tanto como sus piernas se lo permitían, llegó a la cima verdaderamente extenuado. Pero ya no tenía ira… Al final el sabio le dijo:
-¿Te das cuenta, amigo? La ira no te pertenece. No es para ti. Por lo tanto te daré la solución: La próxima vez que la ira quiera poseerte no la aceptes. Te hace daño y malogra tu relación con los demás. ¡Despréciala!”.

Como reaccionar frente a la violencia.


“Cerca de Tokio vivía un gran samurai. Acerca de él corría la leyenda de que era capaz de vencer a cualquier adversario. Cierto día un joven guerrero conocido por su agresividad pasó por la casa del samurai queriendo derrotarlo y así aumentar su fama. Primero le gritó y luego empezó a tirar piedras a su casa ante todos sus discípulos. Pero el samurai permaneció impasible, ignorando sus agresiones y al final de la tarde, ya exhausto y humillado, el joven guerrero se retiró del pueblo.
Decepcionados sus discípulos ante el hecho de que su maestro aceptara tanta agresión e insultos del abusador sin hacer nada, le preguntaron:
-¿Maestro, por qué no usó su espada en vez de mostrarse como un cobarde ante todos nosotros?
El samurai repuso:
-Si alguien se acerca a ti con un paquete y no lo aceptas, ¿a quién le pertenece el paquete?
-A la persona que intentó entregarlo —respondió uno de los discípulos.
-Pues, lo mismo sucede con la rabia —añadió el maestro—; cuando no es aceptada sigue perteneciendo a quien la carga consigo”.

Alondra Amarilla


El jefe indio Alondra Amarilla dijo:
“Oh Gran Espíritu, cuya voz oigo en el viento, cuyo soplo da vida al mundo, óyeme. Vengo a ti como uno de tus muchos hijos. Soy pequeño y débil. Necesito tu
fuerza y tu sabiduría. Ojala pueda caminar en la belleza.
Haz que mis ojos puedan ver siempre el sol poniente rojo y púrpura. Haz que mis manos respeten las agues que has creado y que mis oídos estén atentos a tu voz.
Haz que sea bueno para descubrir lo que has ensenado a tus hijos, esas lecciones que has escrito en cada hoja y en cada roca.
Hazme fuerte, no para ser superior a mis hermanos, sino para combatir a mi mayor enemigo: Yo mismo. Haz que cuando la vida decline como el sol poniente, mi espíritu pueda venir hacia ti sin sentir vergüenza ni pena.”
Nuestra felicidad esta intrínsecamente ligada a la felicidad de los demás y si la humanidad sufre, nosotros de un modo o de otros, también sufrimos.
Mientras más abiertos y altruistas seamos, mas paz experimentaremos dentro de nosotros mismos. Por eso tal vez la religión universal debería ser la de la acción desinteresada y su templo en el corazón de cada ser humano.

sábado, 8 de marzo de 2008

Palabras Adecuadas...


“Un sencillo campesino que regresaba del mercado a altas horas de la noche pasó junto al templo y al entrar descubrió que no llevaba consigo su libro de oraciones. Muy humilde y apesadumbrado pensó en pasar de largo, pues no sabía qué decir y no quería importunar a su Señor con palabras necias, pero al fin se decidió a entrar y pararse frente al altar para orar de la siguiente manera: “Señor, he salido de mi casa sin mi libro de oraciones, y como tengo muy poca memoria no sé recitar ni una sola oración, pero de todas maneras quise entrar únicamente para saludarte y para que supieras que te amo, y como no tengo las palabras para expresarlo adecuadamente se me ocurre que voy a recitar el alfabeto cinco veces muy despacito, con mucha devoción, y tú , que conoces todas las oraciones, puedes juntar las letras por mí y formar las oraciones adecuadas que soy incapaz de recordar…
Y el Señor dijo a sus ángeles: ‘De todas las oraciones que he escuchado hoy esta ha sido, sin duda alguna, la mejor porque ha brotado de un corazón sencillo y sincero’”.

viernes, 7 de marzo de 2008

EL REY DE LOS CUERVOS Y EL REY DE LOS BUHOS




“EN EL BOSQUE HABITABAN el rey de los cuervos y el rey de los búhos, cada uno con su respectiva legión. Siempre habían compartido la paz del bosque, pero cierto día los dos se encontraron y empezaron a intercambiar impresiones. El rey de los cuervos preguntó: ¿Por qué tú y tu legión de búhos trabajáis por la noche?El búho, sorprendido, replicó: Sóis vosotros los que trabajáis por la noche. Nosotros lo hacemos de día. Así que no mientas.
Y los dos reyes se enredaron en una discusión, convencidos ambos de que trabajaban de día. La discusión adquirió tal carácter de violencia que ambas legiones se disponían a entrar en combate. Cuando apareció un apacible cisne que al saber de la pelea, dijo: “Calmaos todos, queridos amigos. Y dirigiéndose a los reyes, agregó: No debéis en absoluto pelear, porque los dos tenéis razón. Desde vuestra perspectiva, los dos trabajáis de día”.

jueves, 6 de marzo de 2008

EL JARRON Y LA ROSA AMARILLA

Cierto día en un monasterio Budista, se encontraron con la muerte de uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un substituto. El Gran Maestro convoco a todos los discípulos para determinar quien seria el nuevo centinela. El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, dijo: "Asumirá el puesto el primer monje que resuelva el problema que voy a presentar." Entonces coloco una magnifica mesita en el centro de la enorme sala en que estaban reunidos y encima de esta, coloco un jarrón de porcelana muy raro con una rosa amarilla de extraordinaria belleza en el y dijo así: "!Aquí esta el problema! " Todos quedaron asombrados mirando aquella escena; un jarrón de extremo valor y belleza, con una maravillosa flor en el centro. ¿Que representaría?, ¿Que hacer?, ¿Cual es el enigma? En ese instante, uno de los discípulos saco una espada, miro al Gran Maestro, y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y ... ZAZ ... destruyo todo de un solo golpe. Tan pronto el discípulo retorno a su lugar, el Gran Maestro dijo: "Usted será el nuevo guardián del Castillo".
Moraleja de la Historia: No importa cual sea el problema, ni que sea algo lindísimo, si ves un problema, precisa ser eliminado, terminado, concluido. Un problema es un problema, no importa que se trate de una mujer sensacional, o de un hombre maravilloso o de un gran amor que se acabo, por más lindo que sea o haya sido, si no existiera mas sentido para el en tu vida, tiene que ser suprimido porque corres el riesgo de permanecer con el, el resto de tu vida. Muchas personas cargan la vida entera el peso de cosas que fueron importantes en el pasado, y que hoy solamente ocupan un espacio inútil en sus corazones y mentes, espacio que es indispensable para recrear la vida, sobre todo si el problema es algún sentimiento de rencor o reproche, que aunque en algún momento de tu vida te haya hecho mucho daño, eso solo forma parte de un pasado.
Existe un proverbio Chino que dice: "Para poder beber vino es necesario primero tirar el te". Limpia tu vida, comienza por las gavetas, armarios, hasta llegar a eso que ya no hacen mas sentido y que están ocupando espacio y que muchas veces lejos de ayudarte te hiere y te impide tomar un curso diferente en tu vida. El pasado sirve como lección, como experiencia, como referencia. El pasado sirve para ser recordado y no para ser revivido. Usa las experiencias del pasado en el presente, para construir tu futuro. Necesariamente en ese orden

EL JARRON ROTO...


Es la historia de un hombre que coleccionaba obras de arte, y en su casa, donde tenía las obras sobresalía un jarrón grande, uno que algún día fué muy bonito, y digo algún día porque el jarrón estaba roto, se calló al suelo un buen día y se rompió. El hombre reunió todos los trozos y los pegó todo lo bien que pudo... pero nunca quedó igual para él, aunque realmente apenas se notaba que estaba pegado.Un día, un amigo suyo fué a visitarlo a su casa, andaba loco mirando los cuadros, las estatuas y los grabados, pero al llegar al salón y pararse delante del jarrón se quedó extrañado... sin duda había obras mucho mas valiosas en la casa, pero ese jarrón presidía la habitación mas importante de la casa. Así que le preguntó por él...El dueño de la casa se puso muy triste con tan solo oír a su amigo hablar del jarrón, y le dijo:- Un día se me cayó al suelo y se me rompió, si te acercas mucho te darás cuenta...El amigo se acercó a verlo.- Es cierto - dijo.- Todos los días paso delante de ese jarrón, mi pieza favorita y no puedo evitar llorar a veces...ya no veo mi jarrón, solo veo las grietas, solo lo veo roto en mil pedazos en el suelo, pero no me deshago de el por lo que un dia fué."