Cada vez que insiste en mi la nostalgia como calle obligada en mi camino a algún lugar cierro los ojos y veo tu cuerpo que era mi único hogar pienso en tus tantas formas de mirar que adore cada día veo tus ojos que eran salón principal de mi felicidad esa precisa mirada que era mi deleite y que jamás cambio mientras me abalanzaba sobre ti para hacerte el amor. Recuerdo mis dedos presionando tu pecho y jalando tus pelos sudorosos mientras mis piernas te atrapaban abrazando tus caderas. Este siempre era el comienzo todo lo demás tu lo debes recordar tanto como yo, mis dedos aun destilan tu aroma y mi cuerpo aun siente deseos de ti y aunque lo sigo gritando como el día en que nos dijimos adiós quiero que lo sepas que te amo aunque también quiero que sigas fingiendo que lo ignoras que sigas diciendo que nunca te quise, porque mi vida no resistiría otra vez tu paso por ella. Te sigo amando al punto de emocionarme con solo pensar en ti pero te ruego que sigas fingiendo que no lo sabes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario